Manifiesta Costura


Ilustración de Natalia Kerbabian.


Diciembre 2022


Proyecto emerger + Doña Antonia



Abrir las puertas del espacio de trabajo que nos re-une, y contiene nuestros proyectos, iba mas allá de la celebración de una inauguración; tanto para Sol como para quien escribe (Noe), esta apertura estaba signada por una búsqueda personal que se inscribe en una búsqueda colectiva de muchas generaciones.


Para nosotras hay una dimensión simbólica en relación al espacio y al TERRITORIO del hacer que nos atravesó todo este año transcurrido, en nuestras charlas y en nuestros trabajos y por ello queriamos poder transmitirles a quienes nos apoyan y acompañan lo que en escencia representaba esta apertura para Proyecto Emerger y Doña Antonia.


Algo de todo ello fué lo que intenté dejar registro a través de nuestro llamado texto manifiesto que aquí les comparto, para que lo puedan leer a su ritmo y cuando gusten por fuera de la tiranía de los minutos que se esfuman en las redes.


Aqui un poquito del proceso del armado del amado fanzine , al que sumamos pequeños textos que queríamos que nos acompañen porque representan algo de lo que nos interesa transitar juntas.












MANIFIESTA COSTURA



“Si una mujer escribía tenía que hacerlo en la sala común. Y cómo se lamentó vehementemente Florence Nightingale (las mujeres nunca tienen una media hora que sea de ellas) , siempre la interrumpían”. 


Un Cuarto Propio. Virginia Woolf 



La interrupción y los comedores familiares casi que no pueden disociarse. Cierro los ojos y escucho la sinfonía de la Singer de mi infancia. Un sonido que convivía con la televisión, con las voces y a veces gritos del hogar, con las visitas, con el silbido de la pava, el lavarropas , y cuántos cortes más. Entre tantas máquinas oídas en esos living, me pregunto, en cuales no solo fue un sonido más?.

Las historias no siempre son las mismas, me digo, pero en algún revés lo pienso otra vez, y me respondo que casi que sí. La abuela, la tía, la madre, la hermana , la hija, la amiga, mujeres por generaciones cosiendo en el living de tantas casas.


Y vuelvo una y otra vez a pensar en cuantas preguntas por el deseo no hachas. Pocas veces escuché historias de mujeres para quienes la costura no tenía nada de placentero, y eso no deja de intrigarme. Porque no escucho estas voces?. Estoy más que convencida que las hubo, y pienso que en como no haberlas cuando la costura se consideraba casi una tarea “doméstica” más, una carga más y que por el solo hecho de ser mujer, nosotras, debíamos saber realizar.

Me pregunto cuántas han disfrutado de hacerlo y soñado con nuevas tramas, y escenarios perfectos para que sus piezas se lucieran?. Cuántas abuelas orgullosas vistieron a generaciones diseñando sus propios modelos, hoy anónimas maestras. Cuántas madres pudieron generar pequeños ingresos para la economía familiar, y otras, en momentos de bonanzas , hasta sostener hogares. Y cuántas artistas ocultas quedaron soñando con un golpe de suerte y convertirse en la protagonista de Rosa de Lejos.


Correr la máquina de coser de la sala familiar en dirección a un cuarto propio también es pensar otra dimensión social, y una conquista por fuera de esos territorios a los que por tantos años era direccionado el hacer textil, asignado a un “orden” al que se consideraba de lo “femenino” , y supeditado al ámbito doméstico. Ese espacio privado, de luchas silenciosas de muchas de nuestras abuelas, y de quienes cosieron a escondidas, de preguntas no hechas, para nosotras tiene una dimensión política insoslayable que hoy necesitamos abrazar, re-conquistar y volver ese espacio solitario en un espacio en el que lo colectivo también este presente en ese hacer y en ese pensarnos.



Texto: Proyecto emerger + Doña Antonia










Proyecto Emerger + Doña Antonia, Buenos Aires, 2022.

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